- Lo haces realmente bien, cielo.- me dijo Sara acariciandome el pelo mientras se estremecía con cada movimiento de mi lengua
Ese era mi nueva realidad. Era Lunes por la mañana y yo estaba comiéndole el coño a mi jefa/suegra. De locos.
Cuando Paula se marchó a clase su madre me pidió que le ayudara con un asunto, me llevó hasta el sofá y abrió las piernas ofreciéndome todo su tesoro para que cuidara de él mientras ella veía cosas en su tablet.
Llevaba un vestido ajustado y corto supuestamente de estar por casa que poco tenía de cómodo, más bien parecía lencería de la cara.
Mientras se lo subía para dejarme hacer mi trabajo pude ver lo que estaba mirando en la tablet, eran fotos de Instagram en los que aparecía Paula con su amiga Clara.
No era casualidad que buscara las fotos en las que aparecían las dos ya que podía haber elegido cualquiera en las que sale su hija, seguro que era algún tipo de venganza que tenía en su cabeza contra Olga.
De todas formas no era asunto mío y la verdad es que no me podía encender más que me urilizara para correrse viendo fotos de ellas dos.
- Ahora cielo, vamos métemela.- dijo ella entre gemidos
Obedecí incorporándome hasta dejar mi dura polla a la altura de aquello a lo que había estado amorrado hacía unos segundos. Las manos de Sara envolvieron mi cintura para meterme prisa acompañando mi entrada a sus adentros.
Tenía los ojos cerrados imaginando quién sabe qué mientras yo iniciaba el movimiento percutor hacia mi jefa. Los abría de vez en cuando para captar una imagen mental de mi antes de volver a cerrarlos para seguir con sus fantasías.
Yo estaba enfrascado en la noble tarea de hacer que sus tetas se salieran de aquél apretado vestido a base de fuerte embestidas contra sus piernas abiertas.
Eso me hizo aumentar el ritmo tanto que Sara se olvidó de la tablet y la dejó encima del sofá. En ella aparacía una foto de Clara y Paula en bikini cogiéndose por la cintura.
Joder como me gusta mi trabajo.
La liberación de su teta derecha captó de nuevo mi atención y me hizo ser testigo de la liberación de su hermana, ambas se movían hacia arriba y abajo en un movimiento circular hipnótico.
Los gemidos de Sara fueron en aumento hasta que noté sus uñas felinas clavándose en mi espalda mientras se corría entre espasmos. Yo seguí bombeando con fuerza mientras a ella le temblaban las piernas.
- ¿Te queda mucho cielo?- preguntó ella poniendo sus piernas juntas a un lado sin sacar mi polla de sus adentros.- Tienes que ir a buscar a la niña a la estación en un rato.
- Hombre... No sé decirte, no tengo un reloj interno.- dije apurado sin dejar de follármela
Ella se rió como respuesta moviéndose a mi merced extasiada por el reciente orgasmo.
- Pero si tienes prisa ya sabes lo que hace correrme rápido...- dije guiñándole el ojo
- Vamos, son todas tuyas.- dijo ella tumbándose más en el sofá para dejar que me colocara encima
Me monté a horcajadas encima de su barriga mientras ella se bajaba más el escote de su vestido dándome total acceso a aquellas obras de arte que Sara tenía por tetas.
Las amasé con ambas manos haciéndolas chocar entre si mientras Sara me masturbaba a dos manos.
- Vamos no te distraigas, métela ya en medio o hahoy que te corras ya.- dijo aumentando la velocidad de la paja.
Solté sus tetas para que se desperramaran y ella soltó mi polla apoyándola en el centro de su pecho. Las volví a recoger con ambas manos aprisionando mi polla en medio de aquellas masas de carne bajo la felina mirada de Sara.
No hay palabras para describir lo que se siente estando en medio de esas tetas. Por muy fuerte que te las folles, por muy fuerte que las aprietes... No te las acabas, ellas siempre ganan.
Sintiendo que mi gran polla no era tan grande acabé explotando mientras me aseguraba que no las podía apretar más contra mi capullo. Cuando dejé de notar los espasmos le solté las tetas lentamente dejando que toda mi esencia inundara su canalillo.
- ¡Vaya, ésta venía bien cargada!- dijo Sara con orgullo mientras me indicaba que saliera de encima de ella.- Va vístete y sal ya que el tren de Paula llega en breves.
Me subí al coche y me dirigí a la estación, no estaba muy lejos por lo que en pocos minutos llegué después de un trayecto en el que disfruté de la pacífica sensación del recién eyaculado.
Paula me esperaba en la entrada cerca del párking. Llevaba unos shorts tejanos con una blusa blanca de tirantes atados al cuello que le llegaba por encima del ombligo. Cuando entró pude comprobar que no llegaba sujetador y que tenía frío, eso o que tenía ganas de verme.
Me besó tímidamente en la boca antes de ponerse el cinturón. Inicié la vuelta a casa preguntándole como le había ido el día.
- Y al bajar del tren he visto que mi novio ha llegado tarde a recogerme.- dijo ella sacándome la lengua después de contarme todo su día
- No habrá sido más de un par de minutos...- dije acariciando su rodilla.- Quejica.
- ¿Y esa cara?- me preguntó después de mirarme durante unos segundos
- ¿Me estás llamando feo?- pregunté haciéndome el ofendido
- Esa es la cara que se te queda después de correrte.- me acusó ella.- ¿Habéis follado sin mí?
- Ehh...- dije viéndome en un inesperado marrón.- Pues sí, tu madre me lo ha pedido y yo... ya sabes. Es mi trabajo.
Ella bajó la mirada.
- Pero no volverá a pasar si eso te molesta.- le dije levantando suavemente su mentón.
Ella levantó la mirada hacia mi antes de empezar a reirse de mi.
- No tiene gracia...- le dije yo dañado en el amor propio
- No, en verdad no me importa. Conozco a mi madre y ya imaginaba que iba a recurrir a ti aunque yo no esté.
- Me alegra oír eso.- dije sonriendo.- ¿Qué te apetece hacer esta tarde?
- ¿Y qué habéis hecho?- preguntó ella sin caer en mi cambio de tema- ¿Follar sin más?
- ¿Realmente quieres saberlo?- pregunté mientras decidía si le contaba lo de la tablet.
- No, mejor no. - dijo ella mirando forzadamente por la ventana.- Bueno sí, dímelo.
- A media mañana tu madre me ha llevado al sofá y me ha pedido que le coma el coño mientras ella...- dije pensativo
- Puedes contármelo, de verdad que no me molesta.- dijo ella acariciando mi mano.- Es simple curiosidad.
- Me ha pedido que le comiera el coño y me la follara mientras veía fotos tuyas.- confesé yo a medias
- ¿Mías?- dijo ella enternecida- Oh que mona.
- Bueno... tuyas con alguien más.- dije yo todo bicachancla
- ¿Eh?- me preguntó ella mirándone a los ojos con la ferocidad de los de su madre
- Eran fotos tuyas con Clara.- dije yo levantando los hombros
- ¿Con Clara?- dijo ella extrañada.- ¿Por qué con Clara?
- Ni el diablo conoce los planes de tu madre...- dije yo irónicamente
- Aún así me dais envidia, me jode estar en clase y pensar que podría estar disfrutando de ésto.- dijo de manera juguetona poniendo su mano en mi paquete
- Creo que ya hemos pasado por esto Paula.- le dije recordando la noche de la borrachera
Me parecía que habían pasado semanas de ese momento cuando apenas habían pasado dos días.
Llegamos a casa y Sara vino a recibirnos al recibidor.
- Cariño, que bien que ya estés en casa.- dijo aún con el mismo vestido que llevaba cuando me la había follado.- ¿Cómo ha ido tu día?
- Bien...- contestó la hija soltando la cartera en el suelo.- Aunque seguro que no tan bien como el tuyo.
- ¿A qué viene eso jovencita?- preguntó la madre
- A que habéis follado mientras yo estaba en clase.- dijo Paula con cierto reproche- Que no me importa eh... Solo lo digo.
- ¿Te has chivado?- me preguntó inquisitivamente Sara
- No hace falta que me lo diga,- dijo Paula antes de que yo contestara- aún tienes semen seco entre las tetas.
- Uy.- dijo su madre mirándoselas
No hacía mucho que acababa de correrme ahí y mi polla ya reaccionaba al recordarlo.
Paula se marchó sin decir nada dirección al salón.
- Cariño no creí que te molestara... Si lo hubiera sabido te hubiéramos esperado.- dijo Sara siguiendo a su hija
- Lo sé mamá.- dijo Paula calmándose.- Perdona, es solo que cuando estoy en clase sé que me estoy perdiendo estar aquí con vosotros.
Sara me miró emocionada.
- ¿Y qué puedo hacer para compensarte?- dijo la madre abrazando a su hija
- Quiero que abuséis de mi.- dijo Paula completamente en serio.- Los dos.
Sara la miró algo extrañada antes de asentir.
- Claro cariño, lo que tu quieras. - dijo antes de besarle la frente.- ¿Marc podrías recoger las cosas de Paula? Déjalas en su habitación y después vuelve aquí.
Yo obedecí sintiéndome un poco como un esclavo, pero en general no tenía queja de mi estancia en aquella casa. Dejé sus cosas encima de la cama antes de volver a la carrera al salón.
- ¿Eres tú la putita que se queja tanto?- escuché decir a Sara mientras me acercaba a ellas.- ¿No te gusta que la polla de tu novio entre en el coño de tu madre sin estar tú delante?
Paula estaba en braguitas y con el top puesto mientras su madre la tenía agarrada por detrás susurrándole al oído con una mano en su coño y la otra tapándole la boca.
- Porque eso es lo que ha pasado, el coño de tu madre aún huele a su polla.- siguió Sara lamiendo la mejilla de su hija.- ¿No me crees?
La agarró del pelo y se giró colacando la cabeza de su arrodillada hija en su culo la cual empezó a lamer los dos agujeros de su madre.
- ¿Reconoces ese olor, puta?- dijo llevando la cabeza de Paula arriba y abajo
Yo me desnudé casi inconscientemente esperando mi turno, no sabía lo que Sara quería de mi pero seguro que valía la pena. Solo presenciar eso ya me hizo tener una de las erecciones más duras de mi vida.
Después de un rato la madre, sin soltar el pelo de su hija, la besó apasionadamente antes de soltar un escupitajo en su cara que me estremeció a mi tanto como a Paula.
- Mírala.- me dijo Sara colocándose detras de ella y pasando su brazo izquierdo por el cuello de Paula.- ¿No es la putita más linda que has visto en tu vida?
Los ojos de Paula me miraron con una mezcla de placer y sumisión que recordaré por siempre, el escupitajo de su madre le chorreaba por la nariz mientras su boca se abría forzada por la mano derecha de Sara.
- ¿Tiemblas?- preguntó la madre siguiendo con su monólogo- ¿Te pone cachonda que tu madre te trate como te mereces?
Empecé a masturbarme inconscientemente mientras veía como la mano de Sara arrancaba de un tirón el top blanco que tapaba las blancas tetas de su hija antes de abofetearlas y estrujarlas dejando las marcas enrojecidas de sus dedos en ellas.
El show continuó con la inmisericorde mano de Sara bajando aún más en dirección al coñito de su hija, lo palpó por encima de la tela antes de apartarla y adentrar tres dedos dentro de aquella placentera raja.
- Mírate, mojada y cachonda como una perra.- dijo antes de volver a escupirle en la cara.
Cuando se aseguró de tener los dedos bien empapados por el flujo de Paula, los llevó a aquella boca prisionera introduciéndolos sin control provocando arcadas en su hija.
- Saborea lo puta que eres...- decía Sara una y otra vez
Después de eso la empujó hacia abajo haciendo que se volviera arrodillar mientras sus dedos seguían en su boca. Con la otra mano me indicó que me acercara antes de agarrar su pelo.
Paula gemía medio ahogada por los dedos de su madre que ya le abría la boca con las dos manos.
- ¿Tienes miedo?- dijo metiendo el puño entero.- No te preocupes putita, vamos a usar muy bien tus agujeros.
Yo me acerqué colocando mi pesada polla en su frente mientras su madre violaba su boca con sus dedos. Los sacaba de vez en cuando para esparcir todas las babas por su cara y sus tetas.
Sara agarró el pelo de su hija con la mano izquierda mientras con la derecha la cogió por la barbilla.
- Mira la boca de chupapollas que tiene mi hija.- me dijo Sara colocando su cara al lado.- Llénasela.
Dicho eso guió la boca de aquella muñeca hinchable humana hasta introducir, del tirón, gran parte de mi polla dentro. La llevaba adelante y atrás de forma violenta haciendo que su hija se atragantara una y otra vez empalada por mi estaca.
- ¿Puedes saborear la esencia de mi coño?- dijo Sara antes de volver a escupirle en la cara por enésima vez.- Marc no se ha limpiado después de follarme.
Yo me limitaba a penetrar aquella garganta mientras intentaba grabar en mi mente cada segundo y Paula disfrutaba de ser el centro de atención absoluto. Tras varios aspavientos su madre le permitió sacarse la polla de la boca para poder tomar aire.
- ¿No es una putita muy buena?- decía mientras abofeteaba a su hija.- Sí, sí que lo es.
Volvió a hundir su cabeza alrededor de mi estaca haciendo que entrara entera de un solo movimiento, la mano que antes la agarraba por la mandíbula ahora estaba en su cuello y llevaba su cabeza con más fuerza que antes.
Las lágrimas corrían por la mejilla de Paula mezclándose con todos los fluidos que ya tenía en su cara. De golpe Sara le tapó la boca abriendo la suya propia.
De un solo movimiento cambié el objetivo de mis embestidas introduciéndola en aquella otra dominante boca que me la chupaba para saborear a su hija en mi.
- Es mi turno.- dijo la matriarca levantándose y llevando la cabeza de su hija de nuevo a su culo.
Paula obedecía a todo lo que se le ordenaba y ahora estaba amorrada al culo de su madre mientras sus ojos me miraban como en trance. Acerqué mi polla a la unió de los labios de Paula y el coño de su madre notando la lengua recorrer mi glande antes de entrar.
Estuve intercalando entre la boca de Paula y el coño de su madre quien no soltó el pelo de su hija en ningún momento. De hecho le estirró del mismo para llevarla a gatas hasta el sofá como si fuera un perro.
Se sentó abriéndose de piernas como había hecho por la mañana conmigo y colocó la cabeza de su hija en la entrada a su paraíso. Paula se esmeraba en complacer a su madre mientras dejaba su culo a mi disposición.
Me acerqué a ella bajando sus braguitas hasta las rodillas.
- Entra por su culo.- me dijo Sara guiñando un ojo.
Pude escuchar alguna queja de Paula antes de que su madre apretara más su cabeza contra su coño para que dejara de quejarse.
Le abrí las nalgas con mis manos antes de soltar un hilo de babas en aquel pequeño agujerito de arriba. Noté los temblores de Paula mientras mis dedos abrían sin prisa pero sin pausa su ano.
Cuando llevé la punta de mi polla a aquella estrecha entrada escuché los gemidos descontrolados de Sara teniendo un orgasmo en la boca de su hija. No por ello paró de restregar su coño por toda la preciosa cara de Paula quien colapsó atacada por dos flancos cuando entré definitivamente en su culo.
Sus piernas temblaron perdiendo las fuerzas por unos instantes mientras yo me aseguraba de mantener sus prietas nalgas abiertas.
Sara le soltó el pelo cuando la relajación por su orgasmo la inundó quedándose despararrada en el sofá. Yo aproveche para tomarle el relevo agarrando el pelo de Paula para tener el control de su cabeza la cual no dudé en llevar de nuevo al coño de su madre.
Me flipaba estar follándole el culo mientras su boca daba aquél cunilingus incestuoso, aquello hizo renacer a Sara quien se pasó el resto del tiempo abofeteando y vejando la cara de su hija.
Aquél culo se abrió de par en par para mi y ya conseguía meter toda mi polla dentro, Paula gemía y sollozaba cada vez que su madre le dejaba la boca libre.
Fuí intercalando de agujero en agujero disfrutando de la diferencia de sensaciones entre su coño y su culo, no sabría decir cual me gustó más solo que ambos eran tan buenos que me llevaron al clímax.
Estiré de su pelo para que se colocara de rodillas ante mi y me pajeé encima de su cabeza un par de segundos antes de inundarle la frente primeramente y el resto de la cara después. Las gotas de espeso semen blanco chorreaban por su piel mientras me daba el lujo de contemplarla como si fuera mi obra de arte. Su enmarañado pelo seguía preso de mi mano y mi polla escupía sus últimas palabras en el mejor lienzo posible.
-¿Que se dice, cariño?-le dijo su madre feliz.
- Gracias papi.- contestó ésta con mi semen haciendo burbujas en sus labios
### VISITANDO LAS PÁGINAS DE MIS PATROCINADORES (ANUNCIOS DE ARRIBA Y ABAJO) ME AYUDAS MUCHÍSIMO A TRAER CONTENIDO AL BLOG MÁS FRECUENTEMENTE. ES TOTALMENTE GRATIS###