Hoy, una notifiación de Facebook (sí aún uso Facebook) me ha recordado que es el cumpleaños de Jorge.
Es por eso que no he podido evitar recordar toda esta historia y explicárosla.
Era evidente que no podía acabar bien pero, tal y como he dicho en la primera línea, sin fin no puede haber comienzo. Y la verdad es que no me puedo quejar.
Me encuentro en mi sofá, agusto y tranquilo.
Hoy es sábado, no trabajo y la verdad es que el día no ha podido empezar mejor. Pero esto mejor que os lo explique Helena.
- Tss, tss. Eh tú chupapollas. - digo firmemente mientras hago sonar una pequeña campana metálica.- Ven.
Helena aparece a los pocos segundos en la sala de estar vestida con su uniforme de hoy. Es el típico disfraz de colegiala zorrona que contrasta con sus evidentes signos de envejecimiento, se ha engordado y todo el estrés de lo que pasó le ha pasado factura...
Pero la verdad es que me sigue provocando las mismas ganas de abusar de ella que el primer día.
- ¿Me has llamado, amo?- me dice respetuosamente
- ¿Eres tú mi chupapollas?
- Sí amo,- dice ella sin pensar- lo soy.
- Entonces sí te he llamado. Verás quiero que les expliques a mis lectores lo que has hecho hoy.
- Me he levantado a las 6 y he hecho limpieza del piso de abajo, me he duchado y puesto mi uniforme de hoy. Tal y como me pediste te he despertado a las 9 para el desayuno, luego...
- No, no espera explícalo con más detalles. ¿Cómo me has despertado?
- Sí amo, lo siento.- dice bajando la cabeza- Lo he hecho como lo hago cada día. Entro en tu habitación unos 20 minutos antes de la hora y me subo a tu cama con mucho cuidado de no despertarte... porque te enfadas mucho si lo hago y no quiero enfadarte.
- Ahá, sigue.- le digo tumbado en el sofá
- Una vez en tu cama me pongo entre tus piernas y te empiezo a chupar la polla, muy suave al principio, hasta que ya se te pone muy dura y te despiertas. Si no te gusta como lo he hecho me castigas muy fuerte, pero en cambio si lo he hecho bien me castigas aún más fuerte hasta que me das el desayuno. Le hago un gesto para que sea más explícita.
- A veces me trago la leche directamente de tu polla, otras tengo que rescatarla de los diferentes agujeros de mi cuerpo. Mi amo me alimenta cada mañana con semen de primera calidad.
- Mucho más de lo que merece una puta vieja como tú, si tomas leche joven cada mañana igual tardas más en estropearte y así serme útil durante más tiempo.- le digo pese a que sigue estando igual de buena que siempre.- Pero no te calles, sigue explicando.
- Los días de cada día mi amo se va a trabajar y yo aprovecho para hacer la compra, hacer la comida y mantener mi piel lo más suave posible. Sobretodo mis tetas, mi amo quiere que me las cuide mucho para que él pueda maltratarlas bien.
Sus palabras me la están poniendo ligeramente dura.
- Para eso están.- le digo chasqueando los dedos y señalando mi paquete.
- Cuando mi amo vuelve de trabajar estoy totalmente a su disposición. Hay días que me pide que le bañe y le alivie antes de cenar, otros que le alivie mientras cena. Hay días que me quiere todo el rato cerca y no deja de utilizarme a su antojo, otros no me quiere ver mucho rato y cuando se ha corrido me dice que me vaya.- dice Helena arrodillándose enfrente de mi paquete.
- Venga empieza a ganarte tu segunda comida del día, pero hazlo sin prisa mientras explicas que pasó la noche que llevé a tu hijo a casa y tú me drogaste y me ataste a la cama.
- ¿La noche del principio del fin?- dice ella antes de lamer lentamente todo mi capullo.
- Ahá, desde que me liberaste y me dejastes la nota.- le digo yo poniéndome cómodo
- Sí amo. Pese que me había drogado con lo mismo que te había dado a ti, me costó mucho dormirme. Veía a mi amo desnudo a mi lado y moría de impaciencia por que despertaras y me castigaras por todo... Pero cuando desperté me llevé una decepción, no me dolía el culo, tenía una de las manos desatadas y la única pista que tenía de tu polla era el semen seco que tenía en la boca.
- Sí era una sorpresa que te había preparado, utilicé tu boca dormida para aliviar la erección que tus viagras me habían provocado y me aseguré que dejaba toda la salsa secándose dentro de tu cabeza. Soy un romántico.- digo viendo como ella ha aprovechado que hablo yo para seguir chupando
- Sí amo.- dice Helena sacándosela de la boca.- Recuerdo que te llamé para saber qué había pasado pero tu no contestabas. Pasaron la semanas y seguías sin aparecer ni dar señales de vida.
-¿Es eso un reproche?- le digo inquisitivamente
- No amo, lo siento.- dice bajando la cabeza
- Sigue.- le ordeno
- Yo echaba de menos a mi amo y me puse muy triste al pensar que no nos íbamos a volver a ver. Estaba tan depre que una de mis mejores amigas me lo notó y me sonsacó lo que me pasaba pero ella no se lo creía.
- Ahá, y como no se lo creía tú tuviste que hacer la mayor gilipollez que se le podía ocurrir a tu cerebro de puta chupapollas,¿ no?
- Sí amo.
- Explica lo que hiciste, explica.
- La noche que te até y drogué también puse una cámara a grabar.- dice ella totalmente avergonzada. Lo hice para poder verlo cuando quisiera pero cuando mi amiga me llamaba mentirosa no puede evitarlo y se lo pasé.
- Sí, sí que podías evitarlo puta loca de los cojones.- le digo hundiendo mi polla en su garganta.- Era tan fácil como no decir puto nada joder.
Helena se espera a que le suelte a cabeza para poder sacarse mi polla de la tráquea.
- Martín sospechaba de que yo tenía un amante,- prosigue Helena despues de recuperar el aliento- la verdad es que mis repentinos dolores anales ayudaron bastante. El caso es que una noche que yo estaba dormida en el sofá me revisó el teléfono y encontró el video que le pasé a mi amiga.
- Y explica qué hizo Martín, explica puta loca de los cojones...
- Martín buscó a tu novia Aina en redes sociales y le hizo llegar el vídeo...
- ¿Y qué más?
- En el vídeo que le pasó solo se te podía ver a ti, seleccionó los momentos en que más se veía tu cara. Y Aina... te dejó y se lo explicó todo a tu familia. Entonces, un día que salía tarde del trabajo tu apareciste en el portal...
- Cállate y chúpamela, ésta parte la cuento yo.- le ordeno empujando su cabeza hacia abajo.- Estaba furioso, casi fuera de control. Después de que me drogara, me atara y me retuviera durante horas había sido capaz de romper el bucle de castigo/sumisión y me había ido de su casa (casi) sin más. Pero por su puta culpa Aina no solo se había enterado de todo si no que además había visto el video, puesto que yo no había grabado nada estaba claro que había sido Helena.
Aquél día fui a la oficina del Sr. Muñoz sin saber muy bien lo que iba a hacer, solo sabía que te quería hacer pagar por todo.
" Y lo primero que me surgió fue cruzarle la cara de un guantazo.
- Pero qué?- me dijo Helena totalmente en shock.-Marc, eres tú?
Recuerdo que se lanzó a abrazarme pese a la bofetada que le había dado.
- Aina tiene un puto video nuestro.- le dije empujándola contra la pared- Un vídeo que solo tú pudiste grabar. - dije acercándome a ella amenazante.
- ¿Qué?¿ Pero cómo?- empezó a balbucear ella
Volví a abofetearle la cara.
- Martín me lo debió ver en el teléfono yo...- dijo ella llorando- lo siento Marc, lo siento mucho amo.
Al decir eso se arrodilló delante de mi suplicándome perdón y mi polla, que a veces es muy rebelde, reaccionó endureciéndose al instante. Totalmente fuera de mi, le agarré del pelo y la arrastré a una sala-trastero del edificio en el que se encontraban las oficinas.
Pensándolo fríamente fue un movimiento muy arriesgado, cualquiera pudo pillarnos allí. Pero en aquél momento yo no pensaba, mi lado más primitivo había tomado el control. Iba a castigar a Helena allí mismo, iba a violar a la madre de mi mejor amigo en un sucio cuarto.
- No, no, no espera Marc.- balbuceaba Helena en estado de pánico- Te lo compensaré pero aquí no.
- Cierra la puta boca zorra.- le dije abofeteándola de nuevo antes de desabrochárme los pantalones
- Marc por favor escúchame, Martín me está esperando para ir a cenar con unos amigos.- dijo ella intentando razonar con una bestia- Si ha visto el video sabrá porqué llego tarde...
Yo permanecía en silencio, apenas odía oir a Helena. Solo notaba el salvaje latido de mi corazón a punto de salirse de mi pecho, la adrenalina recorrer mi cuerpo.
La tumbé boca abajo y, con unas bridas que habían en el trastero, le até las muñecas por la espalda.
Helena seguía quejándose por lo que agarré un trapo y se lo puse en la boca, la verdad es que era la vez que más se me estaba resisitiendo.
Y aquello me dió la erección más dura que había tenido jamás con Helena.
Le arranqué los pantalones dejando la imágen de su culo en pompa enmarcado en un elegante tanga negro el cual aparté fácilemente. Ella seguía moviéndose como podía presintiendo lo que iba hacer, pero yo era más fuerte.
Una carga de mi saliva cayó directamente en su ano abierto haciendo que Helena se estremeciera, se podían oir sus quejas ahogadas por el trapo mientras mi glande avanzaba triunfante hacia aquél pequeño agujero.
Parecía David contra Goliat, solo que esta vez ganó el gigante.
La punta de mi polla apenas se esperó un par de segundos en la entrada antes de irrumpir en tromba hacia dentro del culo de la madre de mi amigo, apenas estaba lubricado y pude sentir como aquél pequeño orificio se hacía grande obligado forzosamente por su penetrante intruso.
El grito lastimero de Helena resonó incluso con el trapo en la boca.
- No hagas ruido, no querrás que nos pillen así aquí.- le dije sabedor que no tenía más opción que obedecer
Poco a poco fui haciendo juego con mi polla dentro del virgen ano de Helena que se amoldaba como podía a mis incursiones. Con más fuerza que maña conseguí introducir todo mi pene allí dentro y una vez alcanzado ese objetivo me dediqué golpear con auténtica violéncia sus nalgas con mi abdomen mientras le agarraba del pelo.
Menos mal del trapo porque Helena gritaba descontrolada, en ese momento ya no sé decir si de placer o angustia. Por mi parte estaba disfrutando como un enano de aquél ansiado y apretado conducto que por fin le hacía de anfitrión a mi torpedo mientras yo intentaba golpear tan fuerte como podía.
- Eres una puta guarra.- susurraba yo repetidamente como un mantra
Helena acabó derrumbándose en el suelo totalmente indefensa dejándose hacer mientras yo violaba su culo notando por primera vez que la estaba castigando de verdad. Y eso me llevó al éxtasis, uno tan intenso que apenas me dió tiempo a sacarla de su culo antes de empezar a desparramar chorro tras chorro de mi semen empapando la blusa y el pelo de Helena quien apenas se movía al notar mis disparos.
Le quité el trapo de la boca y le desaté las manos antes de subirme los pantalones, ella miraba hacia la pared con la vista perdida y lágrimas en los ojos que contrarestaban con una suave sonrisa. Leve pero inquietante.
- Por tu bien , espero que ésta sea la última vez que nos vemos.- dije a modo de despedida
Me giré y salí del edificio dejándola allí en aquella situación. La verdad es que me sudaba la polla lo que pasar a partir de ahí, yo sentía que me había vengado. Además, ¿que más podía perder?
Volví a mi casa y durante un par de días hice vida normal hasta que me llegó un mensaje de Jorge.
"Tío tengo cosas que contarte, estás?"
Recuerdo que al leerlo se me heló el cuerpo, mi sexto sentido sabía que se avecinaba tormenta.
"Sí, dime. ¿Todo bien?"- contesté al instante
"Mis padres se separan. Estoy flipando"
"¿Pero qué ha pasado?"- pregunté yo haciendo el papelón.
"Mi madre se tira a otro... "
"No me jodas, quieres quedar y lo hablamos?" le contesté con las manos temblando
"Ahora no puedo, he quedado con mi padre. Está muy raro y me ha dicho que quiere verme cuánto antes... Estoy muy jodido. Te llamo luego"
Se me vino el mundo encima. Estuve largos y angustiosos minutos tratando de pensar una forma de salir de esa pero en el fondo sabía que no la había. Martín, le iba a enseñar el vídeo y ante eso no hay excusa ni manipulación posible.
Sabía que todo había acabado y que no podía hacer más que sentarme a esperar que el tsunami me arrollara, en cierto modo era hasta tranquilizador.
Ya no iba a tener que mentir más. Sabía que mi amistad con Jorge estaba a punto de llegar a su fin, joder si yo fuera él probablemente me hubiera pegado una paliza.
Recuerdo esa media hora de espera, en la que me encontraba sentado en mi sofá con el teléfono a mi lado esperando mis senténcia, como uno de los momentos más reveladores de mi vida.
Allí entendí que toda la culpa no era de Helena, fui consciente de todos los malos actos y pésimas decisiones que había cometido en los últimos meses de lo hipócrita e hijo de puta que había sido. Y pese a todo eso no podía evitar sentir que en el fondo había valido la pena.
Que me quiten lo bailao.
El teléfono sonó, yo tardé en contestar como el preso que camina lento hacia la silla eléctrica, ya no habían nervios solo ganas de que la ola pasara y poder volver a empezar.
- ¿Sí?- contesté yo casi chulesco
Solo se escuchaba una respiración entrecortada.
- ¿Jorge?¿Jorge me oyes?
- Quiero que me lo digas.- la voz semillorosa de Jorge sonó exigente
Yo me quedé en silencio unos segundos.
- ¡Que me lo digas!- gritó Jorge agresivamente
- Tio lo siento... - mentí yo- No tengo justificación posible.
La verdad es que llegados a ese punto ya no sentía culpabilidad, quizás estaba en estado de shock o simplemente mi subconsciente había deseado tanto acabar con esta locura que ahora estaba en paz.
La conversación con Jorge fue larga, dura y tensa. Como mi polla en el culo de su madr...
A ver Marc concéntrate que no es el momento para chistes faciles.
Debo decir que mi ex amigo estuvo llorando todo el rato, intercambiaba momentos de cólera con momentos de incredulidad.
Escuché todo lo que me quiso decir antes de mandarme definitivamente a tomar por el culo.
Los días posteriores fueron también duros, el resto de mis amigos me aisló al igual que mi familia. El vídeo ruló más de lo legal y mucha gente se enteró, al menos, de la existéncia de ese vídeo.
Dejé mi trabajo, mi familia y mis amigos y me mudé a una ciudad costera a unos cuantos quilómetros de donde vivía antes. Allí me hice con un nuevo trabajo y empecé una nueva vida y todo iba dentro de lo planeado hasta que el destino reveló su última carta.
Alguien llamó a mi puerta y al abrir vi a Helena al otro lado con una maleta. Habían pasado unos cuantos meses desde la última vez que la había visto, estaba un tanto demacrada por todos los acontecimientos. Jorge no quería saber nada de ella y el Sr. Muñoz la había despedido. Con una sonrisa sincera me dijo:
- Necesito servir a mi amo. "
Y desde aquél día la madre de mi amigo pasó a ser mi esclava a tiempo completo, yo le doy de comer, le doy un techo y le doy polla y ella a cambio vive por y para satisfacerme.
-¿Verdad chupapollas?- le digo acariciándole el flequillo
Ella no ha dejado de engullir una y otra vez mi mástil mientras os he estado explicando esta história. De hecho ya lo hace tan bien que es capaz de sacarme hasta la última gota.
- ¡Eh!- le digo abofeteandole la cara
Ella aguanta la bofetada sin dejar de darse pollazos en la garganta, sus babas inundan mi abdomen a medida que salen de su penetrada boca. Sus sumisos ojos me indican que sabe que estoy cerca de explotar.
Me pongo de pie sin sacársela de la boca y agarrando su cabeza doy las últimas 4 o 5 embestidas antes de soltar carga tras carga directamente en su garganta, ella no deja de mirarme a los ojos incluso cuando mi semen sale abruptamente por su nariz.
- ¿Oye y quién era la amiga a la que le enviaste el vídeo?- le pregunto mientras me aseguro que mi polla ha escupido todo lo que llevaba dentro.
- ¿Quién Sara? Una amiga del club de intercambio.- dice Helena recuperándose de mi inyección.
- ¿Y le gustó?
- Puedo hablar con ella para que te lo diga en persona.- me dice Helena repentinamente entusiasmada- Si eso te complace amo.
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